Quisiera en momentos como este ocultarme en lo pechos de esa desconocida
fijarme en la tortura que podrían causar sus labios heridos al besarme
ilusionarme con las palabras retorcidas que pronunciaría al tocarme
y aun asustarme de la predicción de dormir en su nido acolchado
Quisiera soñar con trasformar sus piernas en péndulos eternos
acunar su furia y la propia en una nota sostenida de lujuria
copiar sus latidos en papel crepé y luego meditar en sus posibles nombres
llenar el vacío con un alarido pedestre
balbucear nada en su oído
coordinar con ella lágrimas del pasado, sobre recuerdos que nadie recuerda
volver a girar mil veces en la cama llenando todo de sal
y reinventar este juego sin tiempo
Quisiera dejar de jugar con el espejo
Quisiera que fuera ella.


