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Prólogo de un cuento sin nombre
Le Plume
miércoles, 15 de abril de 2009

El hombre en el sofá comienza a abrir sus ojos. Lo hace lentamente para evitar el resplandor de la blanca habitación. Mira hacia a la derecha buscando la voz guía, sólo nota algunos rasgos, el médico se funde aún con el albo paisaje. Trata de asimilar la nueva realidad que se le presenta, dándose cuenta de a poco que ya no está en la casa de campo de sus abuelos, que ya no tenía 7 años.


Mientras Alex retoma lentamente la conciencia, el doctor Andaur trata de recomponer su rostro nulo, aunque difícilmente podría esconder tal cara de obsesión, los ojos le tiritaban, el bolígrafo rebotaba rítmicamente en su tablilla de anotaciones, pero era demasiado rápido, la impaciencia por seguir descubriendo aristas de este caso le hacían morder sus labios para contenerse, hubiese gritado si estuviese solo.


Luego de un gran suspiro para tranquilizarse, Andaur lo invita a comenzar un nuevo viaje. No importaba cuan agotado estuviese su paciente, el apetito de su morbo ya no respetaba ni ética ni consideración. Alex se entregó.

Esta vez volverás a tener tres años –Dijo el doctor- posando su mano izquierda sobre la frente de Alex y luego bajándola lentamente para cerrar sus ojos. Al pasar de unos minutos, el paciente estaba en trance, de vuelta a su mente a los tres años.


-Cuéntame Alex, dónde estás.-Susurró lentamente el doctor-

-Estoy en una habitación –Comenzó a relatar pausado- , la luz es tenue y el ambiente esta impregnado a tabaco. Estoy parado desnudo frente a una cama. Y desnuda también está la figura de una mujer tumbada en ella. Mi cuerpo adulto comienza a gatear por sobre el suyo, a descubrirlo. La puta sonríe. Una vez sobre ella, comienzo a oler su pelo, rizado y ébano como la noche, y aún mas oscuro, tanto que tengo miedo de perderme en su negro infinito. Escapo. Voy a su cuello, no me agrada, pero fue el conducto a un par de hombros delicados, suaves y brillantes. Luego de un rato, me agité explorando su espalda delgada y en contraste a su cabellera, era intensamente blanca, tanto que podría haber contado sus pecas de un tono rosado claro. Volvió a reír cuando respire sobre sus costillas. Continué bajando. Y mientras mis manos acariciaban su cintura, pase osada pero lentamente mi lengua en el lugar donde termina la curva de sus glúteos, ella tiritó y yo reí. Para bajar, fui mordiendo sus muslos, con delicadeza al principio, luego un poco más fuerte, masajeaba la musculatura de sus piernas con mis manos. Llegue a su talón, y también lo mordí, pero no pude detenerme. Continué mordiendo mientras gritaba, y mordí tan fuerte que arranque con mis dientes el tendón que afirmaba de pie su compostura. La sangre fluía por las sabanas mientras observaba el espectáculo, de nuevo, parado frente a la cama. El escenario sólo había cambiado de color. Al reír, escupí la carne que aún guardaba mi boca, y de un momento a otro, todo fue silencio. Rodeé la cama para volver a su cabellera negra y comenzar a jugar con sus rizos, me gustaban tanto que quise apropiarme de algunos, los sacaba tirando con una fuerza lenta pero eficaz. Luego de un rato y un poco aburrido y decepcionado de que empezaran a salir empapados en sangre, me recosté sobre su hombro izquierdo y me dormí…


Las notas del medico estaban arruinadas, desde que comenzó la narración de la masacre no pudo seguir con la escritura. Nada podía distraerlo, estaba embebido entre el goce y el asco. Al terminar la sesión dos hombres armados que esperaban fuera de la habitación entraron para llevarse a Alex. Mientras levantaban al esposado, Alex miró al doctor y le dijo:


-Doctor –mostrando un rostro compasivo- aún tengo mucho más para contar.

-De eso estoy seguro –Dijo Andaur con una felicidad incontenible-.


Alex se retiró cabizbajo seguido por sus dos escoltas, la brisa del pasillo lo despertó un poco, aunque prefería seguir mirando al suelo, sus ojos continuaban acostumbrándose a una luminosidad común.











Le Plume
22:16;


Sólo en un motel
Le Plume
domingo, 5 de abril de 2009

Quisiera en momentos como este ocultarme en lo pechos de esa desconocida

fijarme en la tortura que podrían causar sus labios heridos al besarme

ilusionarme con las palabras retorcidas que pronunciaría al tocarme

y aun asustarme de la predicción de dormir en su nido acolchado


Quisiera soñar con trasformar sus piernas en péndulos eternos

acunar su furia y la propia en una nota sostenida de lujuria

copiar sus latidos en papel crepé y luego meditar en sus posibles nombres

llenar el vacío con un alarido pedestre

balbucear nada en su oído

coordinar con ella lágrimas del pasado, sobre recuerdos que nadie recuerda

volver a girar mil veces en la cama llenando todo de sal

y reinventar este juego sin tiempo


Quisiera dejar de jugar con el espejo

Quisiera que fuera ella.













Le Plume
18:33;


Le Plume


Éste es un Blog literario que tiene la intención de difundir libremente mis trabajos, con la única esperanza de dar a conocer parte de los relatos de vida recopilados en mi memoria, y que he juntado y moldeado como un buen cazador de historias. El tiempo es como una bala gatillada por el pasado y que impacta en nuestra muerte. Y en estos días en que nadie tiene tiempo para obscuchar, o abstraerse de un ritmo hipnótico sin acordes, un cazador de vidas activa su alquimia creativa para abrir una ventana a lo que todos podrían ver si no tuvieran esas vendas de nuestra época.

Comentarios

-Siempre es gratificante leerlos. .

-Gracias por pasar por mis escritos, agradecería críticas constructivas, comentarios y lo que les venga en gana. Un abrazo.

-Comenzaré subiendo cuentos y poemas antiguos, desde la infancia en adelante, acompañados de relatos vivenciales. Así se podrá notar alguna evolución.

-Queda hecha la invitación, por si quieren publicar algo aquí. Sólo envien un mail con su texto, nombre o seudónimo, y fecha aproximada de creación


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Recordatorio

-Es que mis recuerdos ya se quiebran, el Superyo dejo de hacer su trabajo, nada se filtra, la fuente se derrama.

-Nota personal: Cabe mencionar simbolismo froidiano Xnegativo, el árbol que crece dentro del agua no es un hombre homosexual ni mucho menos un pene dentro de una placenta


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