En mi casa hablan de patito, sí, el rarito.
Dicen que su abuela murió un día en que saltó queriendo volar,
y que de un nogal su madre cortaba higos para su esposo
que según ella, aún no se ha ido.
Dicen que patito cree que los sauces le lloran en los hombros.
Dicen que está loquito.
Patito mira al cielo esperando que la gente acaricie su cabeza
y vean de una vez su cuerdo maravilloso.


